Me maniataron muy bien, y me llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta donde acampaban los bandidos. Una cruel sospecha me tenía desazonado. Oir esto y caerme de espaldas, todo fué una misma cosa. El Conde del Montijo no pudo contener la risa En seguida me alargó la mano y me dijo: —Compadre, es V. Sólo V. No se trata de eso todavía.
Previous ArticleBusco madre soltera servicio todo completo
Next Article Redes ligar gratis disponible sin sitio