Muere Isela Vega, poderosa actriz y primera mujer latina en posar para 'Playboy', a los 81 años Eloy de la Iglesia era una santería de navajas y besos con lengua, de cabinas reventadas, de voltios en el coche y chupetes mojados en heroína. Un héroe inrreinsertable que quiso airear las cloacas de la Transición y dejó al irse un rosario de esquelas tristes, aunque con él pudo sólo un tumor maligno. De la Iglesia llevaba los años perros de España en las cavidades de la cara, en los hundimientos que van de la mejilla a la boca. Homosexual gozoso, comunista de médula: alojado para siempre en una marginalidad que no terminó de subsanar la democracia. Extraño y auténtico en medio del tiempo, dueño de un cine vilipendiado por los biempensantes, y por toda la crítica, hasta hace poco -que nos llenamos de nostalgia de su talento-: porque habló de las drogas, de la prostitución, del sexo.
Susana López Aranda Desde sus inicios, el cine mexicano ha tenido por género central al melodrama en todas sus variantes. Una de ellas, de la que hablaremos en este artículo, es el melodrama prostibulario, nacido en con la primera versión de Santa, basada en la novela homónima de Federico Gamboa. Esta Santa muda fue el origen de las películas sobre personajes femeninos de buen corazón que se prostituyen, no por deseo, sino porque no les queda de otra. La novela tuvo mucho éxito desde su publicación porque habla de temas que tocan el alma del mexicano, como la pobreza y la sexualidad, a través de una mujer inalcanzable y pura de corazón a pesar de ser prostituta, por supuesto. Esto las lleva directamente al prostíbulo —no existe otra opción. Si una mujer perdía la virginidad en brazos de un hombre que la había dejado tenía que terminar en el prostíbulo. Las mujeres que trabajaban generalmente se perdían cuando trabajaban. Eso de trabajar conducía casi siempre a la corrupción. Había una forma de salir un algo del fango: saber cantar o bailotear.
Masajes eróticos 25 abriles. Disfruta de un. Rico servicio. Noticia York Escorts. 25 abriles. Si quieres admirar.