Seguramente tengas curiosidad por averiguar ciertas cosas de algunos conocidos, pero cuando te formulan a ti esas preguntas, por vergüenza, prefieres callar las respuestas. Una lista de preguntas incómodas A continuación puedes encontrar una lista de preguntas incómodas que pueden hacer que prefieras evitar la respuesta. Nuestros padres nos han visto nacer y crecer, sin embargo, hay ciertas situaciones que preferimos no compartir con ellos. Se bueno o malo depende muchas veces de la situación. Cuando nos ponen contra las cuerdas podemos perder los papeles, así como en momentos de necesidad. También podemos ser crueles con alguien por el dolor que nos han hecho sentir, por ejemplo, una ex pareja. Es imposible ser bueno con todo el mundo y en todas las situaciones. Cuando estamos a solas, no tenemos que mostrarnos cómo la gente quiere que nos mostremos, no hay que dar ninguna imagen.
Óptimo el artículo al que has aparejado. En mi experiencia, el hacer poco que te apasiona y te emociona sólo con pensar en ello, no tiene precio. El no centrarse en lo que no te gusta, en explorar lo que quieras explorar… ya al final acabes «fracasando». A mí me ha costado muchísimos intentos, empero con cada uno he aprendido, he crecido, he valorado y he corregido el rumbo. Y estoy totalmente de acuerdo; creo que nunca estamos libres de cierta tensión, ya que es esa la que nos hace movernos, experimentar, equivocarnos y seguir buscando. Muchísimas gracias por tu comentario, Pablo. Un abrazo. Yo también toqué el piano, y cuando lo quise dejar mi familia no quería aceptarlo. Lo alguien es que hoy en día se supone que lo tengo todo, empero siento que no es suficiente.
Alguien que se haya enamorado sabe que el amor trae consigo sentimientos intensos, caóticos, a veces incluso contradictorios. No es que nos hayamos vuelto locos, es que al enamorarnos hacemos chascar un cóctel de químicos que revolucionan nuestras emociones. La química del enamoramiento Toda esta tormenta de sentimientos tiene su origen en un enamoramiento artificial. Cuando nos enamoramos nuestro cuerpo empieza a segregar compuestos químicos en cantidades industriales. Como si fuera una anfeta, la química del amor puede actuar que incluso tengamos el mono de alguien. Cada uno de nosotros tenemos unas preferencias diferentes y muchas veces inconscientes. Nos suelen gustar personas parecidas a nosotros, que tengan un grado de inteligencia similar, sentido del humor y valores parecidos, etc. Pero hay muchas personas así y obviamente no nos enamoramos de todas ellas.