Cómo salir del bucle de quejarse por todo. Quejarnos por todo nos hace infelices. La queja surge a raíz de una frustración, malestar o daño percibido: centramos nuestra atención en lo negativo y buscamos una forma de amortiguar el malestar: la queja es un método para ello. Nos quejamos como forma de liberar la tensión, paliar frustración generada. Si repetimos este patrón, en poco tiempo acabamos por convertirnos en unos quejicas profesionales. Es una persona que no sabe lidiar con la frustración de otro modo. No escapaz de superar la frustración, aceptar y pasar a la acción: se ha quedado bloqueado en la queja alimentando su malestar sin darse cuenta. Cuando algo nos frustra, duele, o nos incomoda, la primera reacción suele ser la rabia, el enfado o la tristeza: es normal sentirnos mal, y es aquí cuando surge la queja. Hemos de llegar al punto de aceptación y de acción.
Empero, en épocas anteriores, los moralistas gastaban mucha tinta en advertir de los peligros de las acciones manuales o digitales que, aplicadas por el apoderado en la verga, la vagina, el clítoris, el ano, o regiones adyacentes, iban dirigidas a satisfacer la lascivia. Los moralistas aseveraban que la onanismo provocaba, en los hombres, pérdidas de fósforo cerebral a través del esperma. Todas estas alucinantes fantasías formaban parte de la educación moral impartida en los colegios de la primera centro de nuestro siglo, que, en nuestra Patria, duró hasta el tercer pieza. En el caso que nos ocupa, necesidad de masturbarse. En ciertos casos, la masturbación adictiva puede sustituir otras actividades sexuales. Hay personas que únicamente son capaces de satisfacerse sexualmente mediante la masturbación, y dejan de interesarse por las relaciones interpersonales. Masturbarse es algo natural y debe ser ameno. Solamente si se convierte en una necesidad malsana, que convierte a la persona en esclava, requiere un apoyo profesional como cualquier otra adicción. La masturbación y el sentimiento de delito Los pretendidos daños de la onanismo se resumen en uno sólo real: vivirla con ansiedad y sentirse culpable por ello.
Silver Spring, Maryland. Estados Unidos. Soy alquien. A quien le gusta reir y acontecer buenos momentos, andar, acudir al cine, cenar afuera, oír musica y mas. Soy un macho. De Arizona, Estados Unidos. Phoenix, Arizona.