Masajes de Parejas con Final Feliz Nadie puede resistirse a un masaje. El masaje como terapia y prescrito por el facultativo no deja de ser mejor que atiborrarse a analgésicos, pero si éste tiene como objetivo el placer absoluto y la relajación previa al sexo, se convierte en un auténtico delicatesen del erotismo. Con ayuda de aceites de almendras dulces, romero y melisa, son las manos las artífices de proporcionar una paleta de sensaciones suaves y enérgicas que llevan a la otra persona a adormecerse mecido por el suave vapuleo de su cuerpo. Si es un hombre quien lo realiza, acariciar con aceites el cuerpo de la pareja suele ser electrizante para ambos y sobre todo para él. Para todos aquellos que no se relajan ante un masaje, cerrar los ojos y dejar volar la imaginación es un buen comienzo.
Los preliminares son una forma de preparar el cuerpo y la mente de los dos amantes para tener una mayor excitación sexual. Tanto las gachas como las palabras que se puedan decir antes y durante el acción aumentan la excitación hasta el punto en que los dos lo estén deseando. Los punto de estímulo que debemos tener en cuenta son: la boca, los genitales, los dedos, las miradas, los susurros, caricias…. Es el momento de probar cosas que tengamos en nuestra imaginación, o cosas que nuestra pareja nos ha pedido, cosas nuevas, o cosas que solemos actuar. Relajaros, dejaros llevar por la excitación hasta culminar con la penetración u otra practica que acabe en clímax.